España, segundo país del mundo en proyectos de almacenamiento de electricidad con baterías ‘stand alone’

Destaca también por tener proyectos hidroeléctricos para instalar 3,3 gigavatios en almacenamiento por bombeo.
Las energías renovables cubrirán casi la mitad de la demanda mundial de electricidad en 2030, según el informe Renewables 2024 de la Agencia Internacional de Energía (IEA), gracias al gran crecimiento que están experimentando y a los proyectos previstos. A la generación renovable se le unen ahora los proyectos de almacenamiento, y España tiene un lugar destacado como el segundo país con mayor capacidad proyectada de baterías “stand alone” en una fase avanzada de desarrollo.
Con un importante despliegue de capacidad en energías renovables, España destaca en este informe por dos factores que van más allá de las tradicionales fuentes fotovoltaica y eólica y entran en el campo del almacenamiento. El primero es la capacidad de almacenamiento de energía independiente, es decir, en baterías “stand alone”, no integradas en una planta de generación de electricidad. El segundo es la capacidad proyectada para potenciar el almacenamiento de energía hidroeléctrica por bombeo.
Almacenamiento independiente
Los grandes volúmenes de energía renovable variable, aquella que procede de fuentes no constantes que dependen de factores como la luz y el viento, han generado una nueva necesidad de almacenamiento que contribuya a equilibrar el sistema. Según los datos que maneja la IEA, en la actualidad existen en el mundo 540 gigavatios de proyectos de almacenamiento independiente que están en espera de conexión a la red.
La gran mayoría de esos proyectos de almacenamiento se encuentran aún en una etapa temprana o en fase de estudio. Es al fijarse en los 55 gigavatios que se encuentran ya en una avanzada fase de desarrollo cuando la IEA nombra a España como el segundo país por capacidad proyectada, con el 19% del total (unos 10,5 gigavatios), por detrás de Estados Unidos (64%) y por delante de Reino Unido (12%), Australia (5%) y Chile (menos del 1%).
Almacenamiento por bombeo
Entre 2024 y 2030, la IEA espera que se pongan en funcionamiento alrededor de 165 gigavatios de proyectos hidroeléctricos, una cifra similar a la alcanzada entre 2017 y 2023. China lidera claramente esta estadística, con cerca del 40% del crecimiento previsto debido a su ambición de instalar sistemas hidroeléctricos convencionales y de almacenamiento por bombeo a gran escala.
Sin embargo, esa ambición de China apunta ya a una desaceleración, mientras que otros países apuntan numerosos proyectos. Entre ellos, la IEA destaca, dentro de la Unión Europea, a España y Austria, que, juntas y mucho más pequeñas que el gigante asiático, suman 3,3 gigavatios de proyectos hidroeléctricos de almacenamiento por bombeo. Destacan también los catorce gigavatios que proyectan entre Estados Unidos y Reino Unido, mucho mayores también tanto por población como por territorio.
Energía renovable variable
Renewables 2024, que hace un análisis de la situación actual de las energías renovables y una previsión para finales de década, calcula que para 2030 se multiplicará por 2,7 la capacidad construida entre 2017 y 2023, con 5.500 gigavatios más, aunque sin llegar a triplicarla como ambicionaba la Cop28, la cumbre del clima 2023.
El informe de la IEA explica que España tiene una de las cuotas más altas de energía renovable variable. Más del 50% de la generación eléctrica fue renovable en 2023, y cerca del 40% del total provino de energía eólica y solar fotovoltaica. Esto significa que nuestro país ya ha alcanzado el nivel que la IEA quiere alcanzar a nivel mundial para 2030. Además, y a pesar de ese alto nivel de penetración renovable, España ha logrado mantener la restricción técnica relativamente baja en comparación con otros mercados.
La restricción técnica se produce cuando el operador del sistema paraliza total o parcialmente la producción para reducir la tensión en la red. Alrededor del 60% de las energías renovables variables restringidas en 2023 en España fueron eólicas, mientras que la restricción de la energía solar fotovoltaica aumenta significativamente en los meses de verano.
Foto: IEA