Cemex da una segunda vida a la basura marina en su planta de Tarragona

Se alía con Griñó, que la procesa para transformarla en combustible de sustitución para sus hornos

La cementera Cemex se ha aliado con la empresa de servicios medioambientales Griñó en un proyecto de economía circular que contribuye a la limpieza de los fondos marinos. Gracias a este acuerdo, los residuos extraídos del mar por los pescadores de Alcanar (Tarragona) y otros puertos de Cataluña se convierten en combustible para los hornos de la planta que la compañía mexicana tiene en Tarragona.

Cada semana, Griñó, especializada en la gestión de residuos y la generación de energía verde, recoge y procesa la basura que los barcos pesqueros retiran del mar y depositan en los puntos de recogida colocados para este fin. Este trabajo facilita la valorización de los residuos para darles una segunda vida útil. Tras separarlos, los que no se pueden reciclar se convierten en combustible de sustitución, que permite reducir el uso de combustibles fósiles.

Cementos bajos en emisiones
El proyecto contribuye a la estrategia de descarbonización de Cemex, que quiere alcanzar las cero emisiones netas de dióxido de carbono en 2050. El combustible obtenido de los residuos marinos se emplea para fabricar la gama de cementos Vertua, bajos en emisiones de dióxido de carbono. Como señala la gerente de procesos y combustibles alternativos de la compañía, Cecilia Berganza, “fabricar cementos verdes con combustible derivado de residuos retirados del mar es beneficioso para la construcción del futuro, para la sociedad, para el planeta y para los océanos”.

Para el director de relaciones institucionales y sostenibilidad de Griñó, Albert Mateu, “con esta alianza todos salimos beneficiados”, y explica el proceso: “Nosotros recogemos semanalmente estos residuos de un contenedor especial situado en los puertos, los llevamos a nuestra planta de Constantí (Tarragona), los separamos buscando prioritariamente su reciclaje y reutilización y cuando no pueden ser reutilizados, los procesamos y convertimos en parte de la energía que consume Cemex en su planta de Alcanar como combustible de sustitución”.

Problema medioambiental
La alianza de Cemex y Griñó pretende combatir el problema medioambiental que supone que esta basura acabe en el Mediterráneo. Los residuos que llegan a los ecosistemas marinos y los hacen peligrar se cuentan por millones de toneladas anuales. Fundamentalmente se trata de plásticos, papel, textiles, madera, neumáticos y otros restos que llegan arrastrados por las corrientes pluviales, vertidos y otras prácticas irresponsables.

El trabajo de Griño no sólo se centra en la transformación del residuo en un recurso sino en la transición hacia una sociedad neutra en carbono para generar valor a largo plazo. Basado en los principios de la economía circular, apuesta por la innovación para incorporar el desarrollo tecnológico a sus procesos.

Foto: Cemex