La industria catalana representa el 20,7% del valor añadido bruto de Cataluña (según datos de Idescat), una cifra que ya está por encima del objetivo de la Comisión Europea de alcanzar el 20% en 2020. La industria se caracteriza por su diversificación, siendo las ramas principales alimentos y bebidas, vehículos de motor, productos químicos, productos farmacéuticos, y las telecomunicaciones.
La producción industrial tradicional, junto con sectores emergentes y los servicios relacionados con la industria (como las TIC, las finanzas, la sanidad y la logística), representan hoy en día el 50% del PIB catalán.
El número de empresas con sede en Cataluña aumentó en 2018 por cuarto año consecutivo, llegando a 618.366 (según datos del INE). Este dinamismo y diversificación se traducen en la existencia de una amplia red de proveedores preparados para operar en cualquier sector de negocios. Asimismo, un excelente sistema educativo en Cataluña garantiza la disponibilidad de mano de obra altamente cualificada, tanto nacional como internacional.