España supone una parte importante del volumen de facturación del grupo, que se prevé que siga creciendo

Hace veinte años, Pedro Coutinho, informático, creó Ambidata en Portugal junto a su amigo el químico Paulo Rego, que le había planteado una necesidad que detectó en el mercado: un programa de software para ayudar en la gestión de los laboratorios. Su innovación no llegó tanto por ofrecer un producto nuevo, denominado LabWay LIMS, sino por ponerlo al alcance de todos los laboratorios, ya que las herramientas que había entonces, mucho más caras, solo eran accesibles para los grandes del sector.

 

Poco después, iniciaron su expansión en España. Hace siete años, decidieron crear su filial con capital español. Hoy Ambidata España es la lanzadera para la expansión que la empresa ya ha iniciado en Latinoamérica, y busca socios locales que se impliquen en la gestión y aporten ideas.

 

¿Cuándo llegó Ambidata a España y con qué objetivo?

Ambidata ya conocía el mercado portugués, y para nosotros España era el siguiente paso natural. De hecho, ya teníamos algunos clientes a los que dábamos soporte desde Portugal, pero nos dimos cuenta de que había potencial de negocio en España y que teníamos que intentarlo. El objetivo de Ambidata siempre ha sido crecer conforme crecían nuestros clientes, y en el sector del laboratorio español existía ese potencial.

 

¿Qué infraestructura tienen en España?
Actualmente disponemos de una oficina en Madrid, con un equipo de consultoría y oficina comercial. El soporte de infraestructura tecnológica nos lo dan desde Oporto, pero para el resto de las actividades somos totalmente autónomos. A pesar de ser dos empresas diferentes, nos gusta considerar Ambidata como una única empresa y un equipo que trabaja en conjunto.

 

¿Cómo ha evolucionado la compañía desde que llegó a España?
Al principio solo teníamos presencia comercial, y veníamos con frecuencia para realizar demos, visitas… Al final, confiamos en realizar esta apuesta y fundamos una empresa con capital español. La inversión inicial fue algo muy modesto; durante los primeros años teníamos el respaldo de la filial portuguesa, pero poco a poco hemos llegado a ser totalmente autónomos y con grandes perspectivas de crecimiento.

 

¿Qué inversión ha hecho la empresa en España y cuántos puestos de trabajo ha creado?
En un primer momento contratamos a dos personas, un consultor y un comercial, y actualmente son cinco personas totalmente dedicadas, más las 30 de Portugal que se desplazan a España semanalmente. Nuestros planes siguen siendo seguir hacia delante: de cara a 2020 prevemos incrementar la cartera de clientes, así como consolidar los actuales.

 

¿Qué importancia tiene España en la estrategia de la empresa?
Para nosotros España supone una parte importante del volumen de facturación del grupo, y queremos seguir incrementando este porcentaje consolidándonos en el mercado español. También, España ha sido el punto de inicio para llegar hasta los países de Latinoamérica de habla española. Nosotros ya teníamos clientes en Brasil, pero nos hemos dado cuenta de que tener sede en España ha sido fundamental como parte de la internacionalización de Ambidata. Nos abre puertas y nos acerca más a nuestros futuros proyectos.

 

¿Qué proyectos tienen ahora en marcha y cuáles son los próximos retos?
Actualmente estamos inmersos en el programa Portugal 2020, y nuestro objetivo es aumentar el volumen de negocio internacional. Llevamos varios años invirtiendo en el proyecto de partners. Ya contamos con la participación de distintos socios para implantar LabWay LIMS en Chile, Costa Rica, Panamá, México y Brasil. Así que ese es nuestro reto: entrar en el mercado de Sudamérica a través de estos socios y conseguir ser un producto de referencia para los laboratorios latinoamericanos.