La nueva técnica de fabricación de calzado de Simplicity Works allana el camino para relocalizar la producción en España. La apuesta de la empresa alicantina tiene el doble valor de la inversión en I+D+i y el retorno a la producción local

La industria del calzado español tiene un nuevo y esperanzador futuro por delante gracias al impulso de empresas como Simplicity Works. La compañía española ha invertido más de siete años para poner en marcha una técnica de fabricación de calzado basada en la impresión 3D, que abarata la producción y los costes de distribución con unos criterios de sostenibilidad que dan un giro de 180 grados a las tendencias del sector.

 

El proyecto 3D Bonding contó en 2016, a través de ICEX-Invest in Spain, con el apoyo del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER). Se basa en un nuevo proceso tecnológico que permite fabricar objetos tridimensionales mediante la inyección de un termoplástico. Antes del calzado, ya había implementado aplicaciones en los sectores de la ropa deportiva, el automóvil y el mueble. La relevancia de la nueva aplicación para el calzado es intrínseca a la ubicación de la propia empresa, en Parque Científico Tecnológico de la Universidad Miguel Hernández, situado en Elche (Alicante), cuna del zapato español.

    

Vuelta a la producción local
La desglobalización no es un término nuevo; desde hace meses se habla en ámbitos empresariales y universitarios de la vuelta a la producción local. Una tendencia que, sin duda, ha recibido un fuerte espaldarazo ante la situación causada por la pandemia del COVID-19. Ya un par de semanas antes de iniciarse el estado de alarma, el diario La Vanguardia aludía a un informe de EAE Business School para avanzar que el 80% de las multinacionales tienen planes de repatriar su producción.

 

Y es que, como ha demostrado esta pandemia y subraya el autor del informe, Marcelo Leporati, “muchas empresas se han dado cuenta de que cualquier disrupción en la cadena de valor internacional les puede afectar”. En su perfil de LinkedIn, la compañía alicantina respondía a este artículo de forma contundente: “Dicen que la relocalización (retorno a la producción en áreas cercanas) tardará 12 años. Con nuestra tecnología 3D Bonding podemos hacerlo mucho más rápido. Podemos producir en Europa zapatos más económicos que en una fábrica tradicional con sede en Asia”.

 

Beneficios de la relocalización
Como explica Simplicity Works en su web, son muchos los beneficios de volver a la producción local en la industria del calzado. Una serie de ventajas que se traducen en la creación de valor de cara al cliente. En primer lugar, el proceso 3D Bonding reduce un 75% la participación de personas en la producción, que es una de las principales razones que condujo a la deslocalización de esta industria. Y que, paradójicamente, podría suponer una fuerte generación de empleo local.

 

Además, el nuevo proceso reduce un 50% los materiales utilizados y un 30% el consumo de energía. Por otro lado, se dejan de consumir las grandes cantidades de combustible que requiere el transporte de larga distancia. En resumen, se logra una producción más fácil, rápida y económica, y mejora la calidad del producto final sin incrementar su precio.

 

Simplificar un proceso complejo
El intenso trabajo de I+D+i desarrollado por Simplicity Works en Elche ha contado con el apoyo de partners tecnológicos de Alemania, Francia, Portugal y Estados Unidos. El resultado logra simplificar el complejo proceso de fabricación del calzado. Mediante la tecnología 3D Bonding, se colocan los materiales en un molde tridimensional, y se unen las piezas mediante una inyección de polímero. De esta forma, se elimina la mayor parte del trabajo manual, que consta de más de 80 pasos que la compañía española ha conseguido hacer de forma simultánea.

 

En definitiva, como indica la empresa en su web, “representamos a la nueva generación que demuestra que es posible una relación más respetuosa y comprometida entre fábricas, empresas, industria, seres humanos y el planeta. Las generaciones del futuro ya lo están exigiendo”.

 

25 años de experiencia en el calzado
Detrás de una gran idea como 3D Bonding hay una apuesta seria por la innovación, la sostenibilidad y la relocalización de la producción. Tres ideas que sin duda han impulsado el trabajo de Adrián Hernández, CEO de Simplicity Works y fundador de la compañía junto a Christopher Banus. Hernández ha estado involucrado con la industria del calzado durante 25 años, y tan solo en los últimos cinco ha patentado catorce procesos y herramientas que dan fe de esta apuesta.

 

Para bien o para mal, la pandemia del coronavirus ha llegado en un momento en el que una empresa de origen español como Simplicity Works estaba plenamente preparada para dar respuestas a una de sus más importantes consecuencias: la falta de suministro debido a la deslocalización de la producción. “Ahora, más que nunca, somos conscientes de la importancia de ser capaces de fabricar productos básicos en tu propio país”, explica la compañía en su perfil de LinkedIn.