Esta plataforma SaaS permite hacer agricultura de precisión de forma sostenible e innovadora. Auravant es una herramienta clave para lograr en el campo una mayor productividad, minimizar costes y optimizar tiempos de planificación. 

Tras sus inicios en Argentina, España ha sido su puerta de entrada al continente europeo, donde están duplicando el personal gracias a su última ronda de financiación. Además, han abierto oficinas en Brasil.

 

¿En qué momento se encuentra la digitalización del sector agrario?
Por suerte, ya en plena adopción de tecnologías digitales. Uno de los pocos efectos positivos de la pandemia fue acelerar la necesidad de digitalización de todos los sectores. El agroalimentario, que nunca se detuvo, no fue la excepción. Hoy la mayoría de las empresas del sector tiene algún grado de adopción de estas tecnologías, y un plan de cómo competir en este nuevo ámbito.


¿Cómo está ayudando Auravant en la transformación digital de las empresas del sector?
Auravant se enfoca en una de las partes más complejas, la agricultura de precisión, que intenta maximizar la productividad en forma sostenible, ayudando a los agricultores y agrónomos a utilizar los recursos (agua, fertilizantes, fitosanitarios) de la manera más eficiente posible. Al mismo tiempo, Auravant permite a todas las empresas que interactúan con los agricultores, apalancar su negocio a partir de la digitalización de su relación con ellos. De esta manera, bancos, aseguradoras, fabricantes de insumos y fabricantes de alimentos pueden invitar a sus agricultores asociados (sean clientes o proveedores) a participar de sus espacios corporativos, donde además pueden acercarles propuestas de valor únicas para ellos.


¿Qué características tiene el software de Auravant? ¿Cuáles son sus principales beneficios?
Auravant se diferencia del resto de las plataformas de agricultura digital en dos grandes aspectos. Por un lado, hacia el usuario final, es un GIS (Sistema de Información Geográfico) potente, económico y sencillo de utilizar, orientado específicamente para las necesidades del agro. Por otro, de cara a las empresas, con una propuesta de valor única en el sector, que les permite apalancar su conocimiento para llegar a los agricultores con una propuesta alineada con su estrategia corporativa. Así, los bancos pueden facilitar el acceso al crédito de los agricultores más sustentables; las aseguradoras ofrecer beneficios a quienes mejor cultivan; los fabricantes de insumos acercarles recomendaciones para la mejor utilización de sus productos en cada metro cuadrado de su campo; y las empresas que producen alimentos pueden tener una trazabilidad total.


Tras sus inicios en Argentina, ¿cómo ha sido la llegada y expansión en España?
Argentina nos dio la posibilidad de experimentar en un ecosistema donde el agro es muy potente, en un momento donde se impulsó la creación de startups. Al momento de globalizarnos, vimos a España como el sitio ideal desde donde hacerlo. Creemos que la relación entre Latinoamérica y Europa es muy potente en el sector agroalimentario, y vemos un potencial de colaboración enorme a largo plazo. El consumidor europeo es el más consciente en términos ambientales, y en Latinoamérica se producen muchos de los alimentos que aquí se consumen. España, luego, era nuestra puerta de entrada natural, tanto por vínculos culturales como empresariales.

 

Nuestra llegada la posibilitaron los programas Rising Startup Spain (antigua denominación del actual Rising UP in Spain), ESA BIC y la Incubación Copernicus. El primero impulsado desde de ICEX-Invest in Spain, y los últimos patrocinados por la Agencia Espacial Europea y la Fundación Madri+d. Para nosotros, esta inversión pública fue clave para que podamos establecernos y poner en marcha el negocio local.

 

¿Es un mercado más difícil?
No, para nada. Es un mercado diferente. Es cierto que algunos factores como la diversidad en los cultivos, la estructura de la propiedad de la tierra (más minifundista), y la demorada renovación generacional del sector representan una complejidad adicional; pero también hay un muy buen clima de negocios, un sector de inversión de riesgo pujante, y apoyo del estado en todos los aspectos. En general, los emprendedores estamos acostumbrados a enfrentarnos con desafíos, y aquí lo que sucede es que también encuentras los mecanismos que te ayudan a superarlos.

 

Han cerrado recientemente una nueva ronda de inversión de 1,6 millones de euros. ¿Qué impacto esperan en la expansión del negocio en España? ¿Y en otros países?
En términos de headcount, nos está permitiendo triplicar el equipo a nivel global, abriendo oficinas en Brasil y duplicando las personas que tenemos en España y Argentina. En Brasil, que es una región en sí misma, este año comenzaremos con un equipo de cinco personas, y esperamos continuar creciendo muy rápidamente. Además, con esta inversión estamos dando los primeros pasos en Francia y México, donde ya tenemos algunos clientes. 

 

Aquí seremos quince personas este año, y esperamos triplicar ingresos. Para eso, hemos mejorado la plataforma para que se adapte a las necesidades de los agricultores locales, incorporando el SIGPAC y funcionalidades específicas como las recomendaciones de riego, integración con sensórica, maquinaria y el cuaderno de campo. Además, estamos creciendo muy rápidamente con alianzas clave, que es lo que nos interesa potenciar.


Cuentan con 20.000 usuarios en 70 países y 7 millones de hectáreas de cultivos intensivos y extensivos monitoreados. ¿Qué nuevos números esperan a corto y medio plazo?Este año queremos duplicar la cantidad de usuarios y superar los 10 millones de hectáreas, pero el año que viene los planes son más ambiciosos. Queremos ser la plataforma de agricultura digital líder en Latinoamérica y Europa, y para eso tenemos que alcanzar los 50 millones de hectáreas para 2023.