ArcelorMittal refuerza su apuesta por España

Invirtió 169 millones de euros en 2018 para mejorar la competitividad de sus instalaciones españolas

ArcelorMittal invirtió 169 millones de euros en 2018 para incrementar la competitividad de sus instalaciones y procesos en España. Un dato que presenta como una apuesta por el futuro de sus fábricas en nuestro país, como indica en la presentación del informe de sostenibilidad de sus plantas correspondiente al pasado año.

En su inversión de 2018, destaca una partida de 40,2 millones de euros que se destinaron a labores de investigación y desarrollo en España. Esa cifra supuso un aumento del 64% respecto al año anterior. También fue relevante el crecimiento en un 4,5% de su capacidad de reciclado de acero mediante el uso de chatarra, con la que evitó la emisión de 2,9 millones de toneladas de CO2 a la atmósfera.

Eficiencia energética

Entre los proyectos de inversión desarrollados en 2018, la compañía india también subraya los 14 que puso en marcha para la mejora medioambiental y los seis enfocados a mejorar la eficiencia energética de sus plantas. En total, estos 20 proyectos sumaron 5,8 millones de euros de inversión el año pasado, y acumulan ya 136 millones en esta partida desde 2011.

El fabricante de acero aprovecha el informe para hacer una estimación de la aportación económica de su actividad en España. Dicha contribución alcanzó el año pasado los 5.118 millones de euros, un 6% más que en 2017. De esta forma, ArcelorMittal afirma que contribuye “sustancialmente a la riqueza del país, al desarrollo de nuestras comunidades y el mantenimiento de un importante tejido industrial local”.

Inversiones futuras

Además de hacer un detallado repaso de las inversiones realizadas en 2018, el informe deja un espacio para anunciar inversiones futuras. En concreto, recuerda que el Plan para la Mejora Ambiental que está desarrollando en Asturias desde 2018 y hasta 2022 supondrá una inversión total de 214 millones de euros. Su objetivo es optimizar sus estándares ambientales, “especialmente en la mejora de la calidad del aire”.

El objetivo del plan asturiano se ha establecido en la reducción, hasta 2022, de un 56% de las emisiones canalizadas y un 50% de las difusas. Esta mejora de la calidad del aire reforzaría la que la compañía ya ha logrado entre 2012 y 2017, un periodo en el que logró disminuir un 40% sus emisiones de partículas por tonelada de acero.