España pondrá en marcha un plan para la digitalización de la gestión del agua

La dotación económica rondará los 3.000 millones de euros para el periodo 2022-2026

La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, aprovechó su presencia en el Spain Investors Day, celebrado en Madrid a comienzos de enero, para anunciar la intención del gobierno de aprobar, a lo largo del primer trimestre de 2022, el Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) destinado a la digitalización de la gestión del agua en nuestro país.

El PERTE del agua, en palabras de la ministra que han reproducido los medios de comunicación, servirá para transformar y modernizar los sistemas de gestión de agua. Este plan servirá tanto para el ciclo urbano del agua como para regadíos y usos industriales. La dotación económica prevista para el periodo entre 2022 y 2026 ronda los 3.000 millones de euros.

Colaboración público-privada
De momento, según las palabras de Ribera, este año se destinarán 400 millones a la financiación de este PERTE. Una parte de ese presupuesto se ejecutará mediante la convocatoria de subvenciones del Miteco, la abreviatura con que se denomina habitualmente su ministerio. La otra parte se gestionará desde los gobiernos autonómicos. El proyecto también servirá para movilizar los fondos retornables del plan Next Generation, con el objetivo de promover la colaboración público-privada.

El borrador del PERTE se presentó el pasado mes de junio. En aquella ocasión, la ministra aludió a las alteraciones del régimen hídrico que está sufriendo España, sumadas a las previsiones a medio y largo plazo sobre la disponibilidad de agua, para justificar la necesidad de este proyecto. La nueva planificación pretende poner coto a la sobreexplotación de los acuíferos, la contaminación de masas de agua y el deterioro de los ríos.

Digitalización del agua
Una de las herramientas más valiosas para conseguir los objetivos del plan es la digitalización de la gestión de los recursos hídricos. De esta forma, mediante técnicas de big data y analítica avanzada y con la creación de un banco de datos compartido, se dará transparencia a los usos que se hacen del agua, a su calidad y a la gestión de las infraestructuras implicadas en sus procesos.

La puesta en marcha del PERTE del agua y de recursos como las imágenes tomadas por drones y satélites, la implantación de contadores inteligentes y la ciberseguridad servirá para mejorar los sistemas de depuración, garantizar el suministro, reducir las pérdidas, fomentar el ahorro del consumo y facilitar la reutilización, entre otras ventajas. También ayudará a recuperar acuíferos y ríos, restringir el uso de aguas subterráneas y reforzar la seguridad de presas y embalses.

Foto: Moncloa