La startup agroalimentaria Bene Bono inicia operaciones en España

Ha creado una infraestructura propia en Madrid para comercializar producto 100% de origen español

La startup francesa Bene Bono apenas ha cumplido un mes de operaciones en España y ya ha comercializado 7,8 toneladas de frutas y verduras que, de no ser por su iniciativa, habrían sido descartadas y eliminadas. Esa es precisamente la razón de ser de la compañía, poner en el mercado frutas y verduras ecológicas e imperfectas.

La idea surgió en 2020 cuando sus fundadores, Grégoire Carlier, Sven Ripoche y Claire Laurent, comprobaron que se eliminaban muchos alimentos simplemente por motivos estéticos. En abril de ese año crearon Bene Bono para ayudar a los agricultores y productores ecológicos a vender sus productos directamente a los consumidores cuando no son aceptados por los canales de distribución tradicionales.

150 euros de comida desperdiciada
Desde la compañía explican a Invest In Spain que iniciaron su actividad en Madrid el 8 de febrero “por las oportunidades para contribuir a evitar el desperdicio alimentario en la ciudad, ya que este es uno de los núcleos principales donde se desperdician alimentos”.

Según el informe “Mirada cualitativa del desperdicio alimentario en Madrid”, elaborado por el Grupo de Investigación Economía, Empresa y Sostenibilidad (E-Sost) de la Universidad Pontificia Comillas para la ONG Enraíza Derechos, uno de cada tres alimentos que se producen en el mundo termina en la basura. Concretamente, en Madrid un hogar medio tira 31 kilos de alimentos al año, lo que supone una media de 150 euros malgastados por persona cada año.

Ronda de inversión
Tras captar siete millones de euros en su segunda ronda de inversión, la startup ha dado el salto a España. “La inversión recaudada nos permite extender la actividad y el proyecto a un nuevo país”, afirman. El proyecto tiene una estrategia local, con una infraestructura en Madrid para la preparación de los pedidos, unas herramientas web propias para el desarrollo de la actividad y un equipo para llevar a cabo los objetivos de desarrollo.

La compañía mantiene la filosofía con la que nació en el país vecino: “Los productos de Bene Bono son 100% de origen español y ecológicos y contribuyen de forma significativa a reducir el impacto medioambiental”, explican. Al mismo tiempo que evitan el desperdicio, ayudan a los productores locales al comercializar productos que antes eran descartados. De esta forma, también se reduce la huella de carbono de los productores y consumidores y optimiza el agua empleada en su producción.

Reducción de emisiones
En sus primeras dos semanas en España, la compañía ha gestionado 1.690 pedidos, con los que calcula una reducción de emisiones de 2.340 kilos de dióxido de carbono. Ya cuenta con una red de 42 agricultores.

Sven Ripoche se muestra “enormemente agradecido con todos los usuarios que se han interesado por nuestras cestas de verduras y frutas ecológicas, sumándose a la lucha contra el desperdicio. Esta aventura no sería posible sin su apoyo en nuestras primeras semanas oficiales en Madrid. Estamos convencidos de que vamos a revolucionar el mercado, ofreciendo a los consumidores un producto de calidad, a mejor precio y, además, cuidando del medio ambiente y de nuestro planeta”.

Foto: Bene Bono