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El sector privado, tienen un papel más protagonista que nunca en este escenario. Un escenario que es de urgencia y de actualidad. De urgencia porque los retos de nuestro planeta y las necesidades de las personas que en él habitan ya no pueden esperar.Nunca el mundo empresarial había tenido un papel tan relevante en los objetivos de Naciones Unidas.En el nuevo escenario, el sector privado «tiene un papel fundamental que desempeñar en el éxito de cada una de las metas globales». Una fortaleza del Pacto Mundial es su carácter multistakeholder. Los desafíos del desarrollo sostenible no se alcanzarán en solitario. Por eso es importante contar con organizaciones del tercer sector, con empresas, con organismos públicos, con agencias y programas de Naciones Unidas, como partners que, ya se sabe, comparten principios.Es decir, el Pacto Mundial pide a las empresas que en primer lugar implanten un modelo responsable de gestión y que después busquen oportunidades para alcanzar el cambio transformacional que se necesita, que se plasma en los 17 ODS y sus 169 metas, a través de la innovación y la colaboración. Ya no se habla de no empeorar los problemas del mundo, sino de mejorarlo.