España atrae la inversión extranjera frente a la caída a nivel mundial

Recibió 44.000 millones de dólares de inversión extranjera directa en 2018 frente a los 21.000 millones de 2017

Según la UNCTAD, España recibió en 2018 más del doble de inversión extranjera directa (IED) que en 2017. En total, cruzaron la frontera 44.000 millones de dólares (unos 39.000 millones de euros), frente a los 21.000 millones del año anterior. Este aumento, de cerca del 110%, contrasta con las cifras a nivel mundial, que sufrieron una caída del 13%, pasando de 1,5 a 1,3 billones de dólares. De esta forma, mientras la media mundial encadenaba tres años de descenso en la IED, España es uno de los pocos países que logró invertir la tendencia.

Según el Informe sobre las Inversiones en el Mundo 2019 de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), España ha pasado del puesto 16 al octavo en el ranking de receptores de IED. En cabeza de la clasificación se mantienen Estados Unidos, China y Singapur. Les siguen Países Bajos, Reino Unido, Brasil y Australia. En el ranking europeo, nuestro país se coloca en tercera posición al adelantar a Francia, Alemania e Italia.

La cifra de inversión captada por España recupera así los niveles de 2008, mientras que el conjunto del continente europeo vio difuminarse la mitad de las inversiones respecto a 2017.

Repatriación de beneficios en Estados Unidos
Las reformas tributarias en Estados Unidos están detrás de la caída de los flujos de inversión hacia Europa a su nivel más bajo en 15 años. Las economías desarrolladas recibieron 557.000 millones de dólares en 2018, un 27% menos que un año antes, y encadenan tres años de caídas. Si bien en 2017 se explicó el declive de las inversiones por el descenso en el valor, aunque no en el número, de las fusiones y adquisiciones explicó el declive de las inversiones, en 2018 la razón estuvo en la repatriación de los beneficios acumulados por las multinacionales estadounidenses a raíz de las reformas fiscales auspiciadas por Donald Trump.

De hecho, las salidas de IED desde Estados Unidos se redujeron en 364.000 millones de dólares hasta alcanzar un volumen negativo de 64.000 millones de desinversión neta, frente a los 300.000 millones de inversión de 2017. Y podía haber sido peor. Según el informe, la repatriación se concentró en el primer semestre del año, y se amortiguó ligeramente en el segundo. Mientras tanto, los flujos de salida también se redujeron en Japón, con un 11%, pero aumentaron ligeramente en Europa.

En total, el Viejo Continente recibió el año pasado 172.000 millones de dólares de IED, nada menos que la mitad que el año anterior. Unos niveles anormalmente bajos que se espera que se recuperen en 2019. Por su parte, Estados Unidos atrajo 252.000 millones de dólares (un 9% menos), y se mantiene holgadamente en cabeza del ranking, mientras que Australia registró un máximo al crecer un 40%.

El liderazgo de Asia
Por continentes, el que más flujos de inversión recibió fue Asia, que se consolidó como principal receptor de IED con 512.000 millones de dólares, el 39% del total. Esta cifra supone un aumento del 3,9% respecto a 2017, cuando las inversiones sumaron el 33% del total mundial. Los principales crecimientos de la región se registraron en China (tanto la China continental como Hong-Kong), Singapur, Indonesia, India y Turquía.

Una de las razones que explican la atracción de inversiones desde Asia es la proliferación de zonas económicas especiales. Con 4.000 de las 5.400 que hay en el mundo (2.500 de ellas en China), el continente atrae importantes sumas destinadas, especialmente, a la construcción de nuevas instalaciones industriales y generadoras de energía.

Por el contrario, las salidas de inversiones desde el continente se redujeron un 2,5% en 2018, y se quedaron en los 401.000 millones de dólares. Fundamentalmente, esta caída se debió a la reducción de los flujos procedentes de China y, en menor medida, de Singapur. Las que sí crecieron, aunque no lo suficiente como para mantener el crecimiento de los flujos desde Asia, fueron las inversiones de Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Turquía, Corea y Tailandia.

Latinoamérica y las economías en transición
Las economías en transición en Europa Sudoriental y la Comunidad de Estados Independientes (CEI) recibieron en 2018 un 28% menos de IED respecto al año anterior. La caída de concentró en la CEI y Georgia, con un 36% menos, mientras que en Macedonia del Norte se triplicó la inversión y su vecina Serbia, donde creció un 44%, se situó como segundo receptor de la región al adelantar a Kazajistán, que perdió un 18%.

Latinoamérica y el Caribe tampoco terminan de repuntar. Tras el crecimiento de 2017, que había puesto fin a varios años de descensos, en 2018 la IED volvió a caer un 6%, hasta los 147.000 millones de dólares. Por el contrario, África esquivó la tendencia y aumentó los flujos de IED un 11%.