El nuevo convenio de doble imposición España-EEUU incentiva la inversión directa entre ambos países

El acuerdo propicia un marco fiscal favorable para las inversiones estadounidenses en España

El nuevo convenio de doble imposición entre España y Estados Unidos entrará en vigor el próximo 27 de noviembre tras el visto bueno del Senado americano.

El acuerdo incorpora importantes modificaciones y propicia un marco fiscal favorable para las inversiones estadounidenses en España. Según los últimos datos de Registro de Inversiones del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, EE.UU. es el mayor inversor en España en términos de stock.

Por otra parte, el convenio que entrará en vigor a finales de noviembre favorece que las empresas norteamericanas inviertan en España directamente, sin usar terceros países como base. Uno de los objetivos principales del nuevo acuerdo es concretamente incentivar que las inversiones se realicen de forma directa en España, con la consecuencia adicional de que las empresas inversoras no incurran en los costes de estructura que conllevan las operaciones triangulares, cuando se utiliza como base un tercer país.

Entre las modificaciones que recoge el protocolo cabe destacar que, tras su entrada en vigor, será posible distribuir dividendos, pagar intereses y cánones u obtener ganancias de capital en la venta de participaciones sin tributación en el país de la fuente, es decir, en el país de origen de las rentas, ya sea este España o EE.UU. cuando se cumplan determinados requisitos.

Asimismo, cabe subrayar que, en la actualidad, las empresas estadounidenses utilizan a nuestro país como plataforma de sus inversiones internacionales, enfocadas a los mercados de la UE, Latinoamérica y Norte de África.

El 14 de enero de 2013 España y EE.UU. firmaron el protocolo que modifica el convenio actualmente vigente entre el Reino de España y los Estados Unidos de América para evitar la doble imposición y prevenir la evasión fiscal. El texto fue ratificado por el parlamento español y posteriormente aprobado por el senado de EE.UU. y será finalmente en 2019 cuando entre en vigor.