Wello inicia las pruebas de su pingüino de mareas en el País Vasco

Saipem será la encargada de este proceso de dos años para extraer energía del movimiento de las olas

El proyecto de la compañía finlandesa Wello para obtener energía del movimiento de las olas ha comenzado sus pruebas en aguas del País Vasco. El Penguin Wave Energy Converter (WEC) partió el 26 de septiembre de las islas Orcadas (Escocia) en un viaje de dos semanas hasta la plataforma marina Biscay Marine Energy Platform (BiMEP), a 1,5 kilómetros de la costa de Arminza, en Lemóniz (Vizcaya). Un traslado delicado en el que fue remolcado a través del mar de Irlanda y en paralelo a la costa occidental de Francia.

El encargado del traslado fue la compañía italiana Saipem, que será también la responsable de las operaciones del Penguin WEC en el mar durante los dos próximos años. El artefacto permanecerá amarrado en este periodo en la BiMEP, que se ha instalado en mar abierto para probar los dispositivos que lleva incorporados para generar electricidad a partir de las olas y el viento.

Segundo prototipo
El primer prototipo de Wello inició sus pruebas en Escocia en 2010. De aquella experiencia surgieron mejoras y nuevos implementos con los que se han desarrollado un segundo prototipo, que es el que ha viajado a la costa de Vizcaya para probar su eficacia. Consiste en un casco flotante, a modo de barcaza, con 44 metros de eslora y equipado con un rotor conectado a un generador que transforma el movimiento de las olas.

Wello y Saipem firmaron un memorando de entendimiento en septiembre de 2019 para llevar a cabo este proyecto de forma conjunta. Al mismo tiempo, la compañía finlandesa decidió trasladar a Vizcaya la plataforma de investigación y pruebas técnicas a la que este mes se ha amarrado el Penguin. Una decisión en la que influyó la implicación del Ente Vasco de la Energía (EVE), que aportó parte de los fondos necesarios para su instalación e implementación, y para la operación del Penguin en ella.

Penguin ha sido diseñado para producir grandes cantidades de energía con un mínimo mantenimiento. Mientras los diseñadores de barcos trabajan habitualmente en lograr la mayor estabilidad, los encargados de hacer realidad este proyecto han creado un casco lo más inestable posible, para aprovechar al máximo los embates del mar. Como explica la compañía finlandesa en su web, “la energía de las olas nos ayudará a tener un mundo más limpio y asegurar nuestro futuro”.