Invema invierte en la empresa de soluciones orbitales Celestia Aerospace

Aporta cien millones de euros a la ronda de inversión para impulsar un centro de producción de nanosatélites

Celestia Aerospace, con sede en Barcelona, ha cerrado una ronda de inversión de cien millones de euros con el grupo multinacional londinense Invema ltd, que se ha interesado por sus soluciones para el desarrollo, puesta en órbita y operación de nanosatélites. El objetivo de la empresa catalana es la puesta en marcha de un centro de producción de nanosatélites con los que quiere crear constelaciones que den soporte a diversas aplicaciones, como la observación de la tierra y las comunicaciones seguras.

Los nanosatélites producidos en las futuras instalaciones de Celestia pesarán entre uno y diez kilos y tendrán una forma cúbica reducida, a partir de diez centímetros de arista. La planta funcionará adaptando los conceptos de lean-manufacturing habituales en la industria de la automoción, y será capaz de producir hasta cien unidades al año.

Un servicio completo
La compañía española ha apostado por participar en toda la cadena de valor y el ciclo de vida de los nanosatélites, un servicio integral hasta ahora inédito en la industria aeroespacial. De esta forma, ofrecerá un servicio llave en mano 360º, que irá desde el diseño y fabricación hasta el lanzamiento y operación de las unidades.

Con ese fin, además del centro de producción, pondrá en marcha un centro de desarrollo de lanzadores y un centro de operaciones específico para su sistema de lanzamiento, denominado Sagittarius. Este sistema es pionero en su clase, al estar dedicado exclusivamente a la puesta en órbita de nanosatélites. Su servicio estará abierto también a dispositivos desarrollados por terceros. Todas las instalaciones estarán ubicadas en territorio español.

Plataforma aerotransportada
El sistema de lanzamiento SALS (Sagittarius Airborne Launch System) consiste en una plataforma aerotransportada que puede alcanzar órbitas de hasta 600 kilómetros de altura. Consta de dos componentes: en primer lugar, The Archer (el arquero), un reactor supersónico similar al caza biplaza MiG-29UB; en segundo lugar, The Space Arrow (la flecha espacial), un cohete de combustible sólido que puede transportar hasta 16 kilos de carga útil.

Cuando inicie los vuelos en el último trimestre de este año, el arquero de Celestia podrá lanzar dos flechas en cada vuelo, con un máximo de 32 kilos de peso en la misma operación. El tiempo máximo de espera entre lanzamientos será de una semana, lo que agiliza enormemente unos plazos que en la actualidad mantienen a los nanosatélites de uno a dos años en lista de espera antes de llegar al espacio.

Talento joven
A diferencia de los lanzamientos actuales, que complementan otras misiones de forma secundaria, el arquero de Celestia despegará con la única misión de poner en órbita estos pequeños dispositivos. Además, la compañía se adaptará con flexibilidad a las necesidades de sus clientes para retrasar o adelantar los lanzamientos.

La plantilla de Celestia crecerá para este proyecto con la incorporación de 80 profesionales entre científicos, ingenieros, técnicos y pilotos. Su plan de expansión a cinco años prioriza la incorporación de jóvenes recién licenciados y otros procedentes de la formación profesional, que se integrarán en equipos de amplia experiencia en los que terminarán de formarse.

De forma paralela, la futura Celestia Aerospace Foundation iniciará su actividad para promover la educación y la ciencia en la sociedad, con un foco especial entre los jóvenes.

Foto y vídeo: Celestia Aerospace