La compañía danesa Ørsted, con tres décadas de experiencia en el desarrollo, construcción, explotación y propiedad de parques eólicos marinos, ha decidido entrar en el mercado español de la energía eólica flotante, y lo hará de la mano de Repsol. Ambas compañías firmado un acuerdo que prevé identificar y, en su caso, desarrollar conjuntamente proyectos de esta tecnología en nuestro país, con el objetivo de convertirse en líderes en ese segmento.

En estos treinta años, la compañía ha desarrollado fundamentalmente energía eólica fija, con molinos cimentados en el lecho marino. Esa tecnología, muy habitual en el norte de Europa, no es viable en España, donde la profundidad del mar es mayor. De ahí que el acuerdo se centre en el desarrollo de la eólica sobre plataformas flotantes, que permite además la instalación de parques más alejados de la costa y en zonas con mayor intensidad de viento.

En este sentido, el director general adjunto del grupo Ørsted, Martin Neubert, afirma: “Estamos encantados de unir fuerzas con Repsol para explorar las oportunidades de la eólica marina flotante en España y reafirmar nuestro compromiso para impulsar la comercialización de esta tecnología, que ampliará el alcance de la eólica marina al permitir instalaciones más alejadas de la costa y más profundas”.

Relevante cartera de proyectos
Recientemente, Ørsted, que ya ha abierto oficina en Madrid, logró su primera adjudicación de una zona de arrendamiento de energía eólica marina flotante frente a la costa de Escocia. También Repsol ha hecho ya alguna incursión en esta tecnología, como indica el director ejecutivo de generación baja en carbono de la compañía, João Costeira: “Tener como socio a Ørsted, líder mundial en eólica marina, nos posiciona para ser relevantes en el desarrollo futuro de la tecnología flotante, en la que ya somos un actor experimentado gracias a nuestra participación en el proyecto Windfloat Atlantic frente a la costa de Portugal”.

Ørsted tiene también una relevante cartera de proyectos de energía eólica terrestre, solar y de hidrógeno renovable. Hasta la fecha, ha instalado aproximadamente 7,6 gigavatios de capacidad de energía eólica marina, 3,4 gigavatios de eólica terrestre y dos gigavatios de biomasa sostenible. Para lograr su objetivo de instalar 50 gigavatios de energía renovable para 2030, se ha fijado en los mares que rodean España, y en la experiencia de Repsol como proveedor de energía de diversas procedencias.

Precisamente, la compañía española ha apostado por la generación de energía eléctrica renovable como uno de sus pilares para alcanzar la descarbonización. Sus objetivos de capacidad instalada en 2030 se han actualizado recientemente y ahora ambicionan alcanzar los 20 gigavatios, un 60% más de la inicialmente prevista. De momento, en 2025 llegará a los seis gigavatios. Para lograrlo, Repsol invertirá 6.500 millones de euros en proyectos bajos en carbono hasta 2025, frente a los 5.500 millones previstos anteriormente.

Pruebas a pequeña escala
La energía eólica marina flotante ha pasado varios años de desarrollo de conceptos y de pruebas a pequeña escala y está ya cerca de iniciar su comercialización. Según indican ambas compañías, se espera que esta tecnología alcance los 21 gigavatios de capacidad instalada en 2035. En España, el objetivo es llegar a los tres gigavatios para 2030.

Como explica el director de la región de Europa continental de Ørsted, Rasmus Errboe, “España cuenta con una de las mayores flotas de parques eólicos y fotovoltaicos terrestres del mundo y, a finales de esta década, también producirá energía renovable a gran escala a partir de parques eólicos marinos flotantes. Estamos deseando trabajar con Repsol, el principal proveedor de energía del país, para ayudar a acelerar la transición de España hacia las energías renovables, al tiempo que se crean puestos de trabajo locales y se invierte en la cadena de suministro española”.