Stadler instala una planta de clasificación de residuos en Guadalajara

Presta servicio a 22 municipios con capacidad para más de 100.000 toneladas anuales

Stadler ha concluido el montaje de una planta de clasificación de residuos sólidos urbanos (RSU) y envases en Guadalajara. La nueva infraestructura está ubicada en el centro de tratamiento de residuos de Torija, que forma parte del Consorcio para la Gestión de Residuos Urbanos de la provincia de Guadalajara. Su puesta en marcha viene a completar una instalación que cuenta también con una planta de compostaje, una planta de tratamiento de lixiviados y un vertedero.

El centro de Torija recibe residuos de plantas de transferencia de 22 municipios de forma directa. Para Stadler Selecciona, filial de la compañía alemana Stadler Anlagenbau, el reto consistía en integrar su planta de clasificación en un edificio existente y ocuparse, previamente, de desmantelar la planta que iba a reemplazar. La nueva debía estar preparada, además, no sólo para procesar RSU sino también envases ligeros.

Elevado nivel técnico
Los conocimientos técnicos de Stadler y su experiencia en gestión de proyectos tuvieron un peso importante en la resolución de la licitación, de la que se ocupó Tragsa. Como explica el director gerente de la empresa pública en Guadalajara, Antonio Marzal, “la visita a la sede de Stadler en Altshausen (Alemania) fue un punto de inflexión para nosotros y nos tranquilizó mucho durante la fabricación, ya que pudimos observar en primera persona el elevado nivel técnico de sus instalaciones, el nivel de su personal y la calidad de sus productos. Esto reforzó aún más nuestra confianza en la instalación que debíamos hacer”.

Uno de los motivos para reemplazar la antigua planta era la necesidad de automatizar el proceso para aumentar la capacidad y mejorar las tasas de valorización. La planta de clasificación instalada por Stadler responde a este planteamiento con una capacidad para procesar cuarenta toneladas por hora de RSU y cuatro toneladas por hora cuando trabaja con envases ligeros.

Automatización del proceso
Un primer separador discrimina residuos domésticos, residuos comerciales mixtos y residuos voluminosos. A continuación, tres separadores ópticos clasifican hasta cuatro tipos de envases, y otros dos se ocupan del hierro y el aluminio. Los materiales recuperados se almacenan y embalan para su venta. Como pretendía la licitación de la obra, la automatización del proceso ha conseguido aumentar la capacidad de la planta hasta superar las 100.000 toneladas anuales de RSU y las 12.000 toneladas de envases ligeros.

Todo esto se ha conseguido además en un tiempo muy ajustado, que constituía otro requisito clave en la licitación. El desmantelamiento de la anterior instalación se completo en tres semanas, a las que siguieron otras diez semanas para el montaje de la nueva y su puesta en servicio el 30 de abril. Como recuerda Marzal, “era muy importante que la puesta en marcha de la planta tuviera lugar en una fecha concreta, y Stadler lo logró”.

El director de ventas internacionales de Stadler, Carlos Manchado Atienza, transmite la satisfacción de su empresa: “El magnífico trabajo de nuestros ingenieros permitió una instalación perfecta dentro del edificio existente. Además, la excelente comunicación con los distintos proveedores participantes fue esencial para el cumplimiento de los plazos y de todos los requisitos del proyecto”.

Foto: Stadler