Coca-Cola tiene en marcha un plan de inversiones en Cataluña con un presupuesto total de 16,6 millones de euros. El objetivo fundamental es mejorar la innovación de los procesos de producción en su planta de Barcelona, además de optimizar su sostenibilidad y el ahorro energético. El propósito no es nuevo: desde 2010, esta fábrica ha reducido un 12% su consumo de agua y ha mejorado su ratio energética en más de un 4%.

Según informa Coca-Cola European Partners Iberia, la planta de la compañía en Barcelona es “puntera en innovación, productividad, seguridad laboral y excelencia en sus procesos”. Dentro del plan de inversiones, recientemente ya se ha implantado en sus instalaciones un sistema de iluminación inteligente que mejora las condiciones de iluminación al tiempo que reduce el consumo de energía, con ahorros de entre el 90% y el 97%.

El plan de inversiones se puso en marcha en 2017 con la adaptación de nuevas líneas de fabricación y una sala de procesos, con un desembolso de 8,7 millones de euros. Los 7,9 millones de euros restantes se invertirán este año en proyectos como la segunda fase de renovación del sistema de iluminación. La compañía también quiere, entre otros objetivos, generar un ahorro de energía en los procesos de soplado para la línea de producción PET.

La huella de la compañía en la región
La de Barcelona es una de las siete plantas productivas que Coca-Cola tiene en España. Sumando la producción y la distribución de sus bebidas, la contribución de la compañía a la economía catalana asciende a 1.047 millones de euros, un 0,5% del PIB de la región. Así lo valora el Estudio de Impacto Socioeconómico de la actividad de Coca-Cola en Cataluña, elaborado por la consultora Steward Redqueen con datos de 2016.

Más de 806 personas trabajan para Coca-Cola en la región, y el estudio estima que cada empleo directo de la compañía genera otros 17 empleos indirectos entre la red de proveedores, distribuidores, comercios y establecimientos hostelería. Ese cálculo supone 13.980 puestos de trabajo indirectos.