ITP Aero gana peso en el área Civil Aerospace de Rolls-Royce

Se refuerza al integrar una planta de Reino Unido y reforzar la fabricación de estructuras de motores aeronáuticos

Rolls-Royce sigue adelante con la importante reestructuración que anunció el pasado 20 de mayo en su área de Civil Aerospace. Además de hacer frente a los efectos de la pandemia del COVID-19, el objetivo es convertir esta división en un líder aeroespacial global. En el camino, prevé lograr un ahorro anual de alrededor de 1.300 millones de libras para fines de 2022.

La gran beneficiada de esta reestructuración es ITP Aero, propiedad 100% del grupo británico, que tiene su sede en Zamudio (Vizcaya) y plantas clave en España, Reino Unido y México. El plan pretende aumentar el peso de la actividad de la cadena de suministro y las capacidades de ingeniería y de fabricación de ITP Aero para reforzar su posicionamiento como líder global tier 1 del sector aeronáutico.

Ampliación de la estructura
El primer paso para dotar de mayor protagonismo a la compañía vasca consiste en transferir a su estructura las instalaciones y la fuerza laboral que Rolls-Royce tiene en Hucknall (Reino Unido). En esa ubicación se fabrican piezas de motores aeronáuticos que aportarán a ITP Aero nuevas capacidades y abrirán nuevas oportunidades de crecimiento e inversión.

La fabricación de estructuras de motores aeronáuticos en ITP Aero también será reforzada. La reducción de la demanda ha impulsado al grupo británico a concentrar esta actividad en la compañía española. La principal afectada será la factoría de Rolls-Royce en Barnoldswick (Reino Unido), menos competitiva en costes, si bien su destino no será el cierre sino una reasignación de producción.

Posible venta de la compañía
El destino final de ITP Aero no está del todo claro. Aunque Rolls-Royce la describe como “un socio clave” con el que mantendrá una relación a largo plazo, no descarta su venta entre las posibles enajenaciones que se han planteado con el objetivo de generar más de 2.000 millones de libras en ingresos. La venta, explican, “podría generar nuevas oportunidades de crecimiento e inversión, incluso al permitirle atraer más trabajo de terceros”.

En el otro lado de la balanza del plan se plantea la reestructuración o el cierre de fábricas que dejarán sin trabajo a unas 9.000 personas. Instalaciones ubicadas en el Reino Unido, como las de Inchinnan y Ansty, sufrirán fuertes recortes para hacerlas más competitivas. Mientras tanto, se ha cerrado una planta en Estados Unidos y se ha reducido en casi una cuarta parte la plantilla del área Civil Aerospace en Alemania.

El presidente de Civil Aerospace, Chris Cholerton, explica: “Al completar la reestructuración de nuestro negocio de Civil Aerospace, podemos emerger como un negocio más fuerte, más eficiente y sostenible capaz de abordar algunos de los desafíos tecnológicos más difíciles del mundo”.