El sector del automóvil en España ha convertido en una prioridad la transformación industrial hacia el vehículo electrificado y la movilidad sostenible. Según el Informe Anual 2022 de la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac), la inversión de los fabricantes de automóviles y el resto de empresas del sector que operan en nuestro país creció un 14,5% respecto a 2021 y alcanzó los 1.710 millones de euros.

2022 fue un año de recuperación tras la pandemia, pero el sector sufrió la crisis de los microchips y el primer impacto de la guerra de Ucrania. La escasez de semiconductores, la falta de componentes, el aumento de la inflación y los cuellos de botella en las fábricas debido a los problemas de logística y transporte no lograron frenar la creación de empleo, que aumentó un 1% más que en 2021 y se situó en los 62.341 trabajadores.

Creación de empleo
La resolución de la mayoría de los ERTES fue uno de los factores que contribuyeron a esta mejor cifra en el empleo. El director general de Anfac, José López-Tafall, considera que la recuperación del empleo en el sector “refleja la resiliencia de una industria que aporta el 10% del PIB y del compromiso de los fabricantes y de nuestros centros de producción por continuar siendo un referente económico y de empleo cualificado en España y en Europa”.

Tanto la inversión como el empleo y los resultados económicos confirman, según Anfac, la especial relevancia que tiene España como polo industrial para la automoción. El sector logró aumentar su facturación un 15,8% y alcanzar los 70.392 millones de euros. El resultado neto, 767 millones de euros, se redujo un 33%.

Matriculaciones
Otro dato que revela la importancia del sector de automoción en España es la cantidad que desembolsa en impuestos. El año pasado, las empresas asociadas a Anfac pagaron 39.177 millones de euros en impuestos y tasas, con los que superaron en un 13,2% la cantidad resultante un año antes. Entre esos impuestos, la recaudación por matriculación creció un 7,8%, hasta los 4.590 millones, a pesar de que en 2022 se vendieron menos vehículos que en 2021.

Esta reducción de las ventas es un problema que preocupa a Anfac, que ve a España en el vagón de cola de Europa en lo que se refiere a la electromovilidad. La asociación insiste en la necesidad de incrementar el volumen de ventas de vehículos eléctricos, sin olvidar el desarrollo de puntos de recarga, fundamentales para prestar servicio a un parque electrificado.

Descarbonización del parque móvil
Según López-Tafall, “es necesario recuperar los niveles de 2019 para contribuir a la descarbonización del parque móvil, eliminando los vehículos más viejos por unos nuevos que no sólo son más sostenibles sino también más seguros. Es irrenunciable acelerar la electrificación para no quedarnos atrás, pero un vehículo nuevo de combustión que elimine de las carreteras uno de más de veinte años también mejora la calidad del aire y hoy en día es una solución para muchos ciudadanos”.

Anfac ve 2023 como un año clave para impulsar las ventas en general, y la penetración del vehículo electrificado en particular, además de asentar a España como hub de electromovilidad. Como indica López-Tafall, “la electrificación y descarbonización está en el ADN del sector, pero lograrlo no depende sólo del esfuerzo y liderazgo de las empresas, sino también del nivel de compromiso y de las herramientas que se dispongan desde el ámbito público y desde todo el ecosistema de la nueva movilidad de bajas y cero emisiones”.

^{Foto: Anfac}